miércoles, 28 de septiembre de 2011

ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA PARA PEDIR ALGUNA GRACIA AL ESPÍRITU SANTO.

ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
PARA PEDIR ALGUNA GRACIA
AL ESPÍRITU SANTO

¡Oh María, Hija humildísima del Padre, Madre Purísima del Hijo, Esposa amadísima del Espíritu Santo!. Yo te amo y te ofrezco todo mi ser para que lo bendigas. Madre admirable, Consuelo del que llora, Abogada dulcísima de los pecadores, ten piedad de todos aquellos a quienes amo; y por tu Inmaculado Corazón, Sagrario de la Santísima Trinidad, Asiento de tu poder, Trono de Sabiduría y Piélago de bondad, alcánzanos que el Espíritu Santo forme en nuestro corazón un nido en que repose para siempre.
Alcánzame lo que con todo el fervor de mi alma te pido, por los merecimientos de Jesús y los tuyos, si es para gloria de la Trinidad Santísima y bien de mi alma.
¡Virgen Santa, Esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre!. Amén.

Tres Avemarías a la Santísima Virgen.


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

¡Oh Espíritu Santo!, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime qué debo hacer, ordéname.
Concédeme someterme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad.


SIETE VENTAJAS PRECIOSAS PARA EL
QUE PROPAGA LA DEVOCIÓN AL
ESPÍRITU SANTO

1ª. Se crea un lazo de amor entre nuestra alma y la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.
2ª. Un aumento notable de todas nuestras devociones, especialmente a la Sagrada Eucaristía, al Corazón de Jesús y a la Santísima Virgen.
3ª. Una seguridad de recibir en el alma más inspiraciones del Espíritu Santo y la fuerza para ponerlas en práctica.
4ª. Procurar de una manera excelente la Gloria de Dios, trabajando cada día en hacer conocer y amar al Santificador de las almas.
5ª. Trabajar muy especialmente por el advenimiento del Reinado de Dios en el mundo por la acción del Espíritu vivificante.
6ª. Ser verdadera y prácticamente Apóstol del Espíritu Santo.
7ª. Atraer sobre el ama auxilios espirituales del Espíritu Santo, más íntima unión con Dios por medio del Santificador, mayor progreso en la oración mental, más consuelo y hasta alegría en la hora de la muerte, después de tan sublime apostolado.

El invocar a menudo al Espíritu Santo es prenda segura de acierto en las situaciones variadas de nuestra vida.

CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu!. Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús.
Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

Un Padrenuestro por el Papa.

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