miércoles, 9 de febrero de 2011

Cántico de María.


Cántico de María
ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR
(Lc 1, 46-55)

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas la generaciones, 
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, 
y su misericordia llega a sus fieles,
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersar a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
 a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia, 
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, ya la Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

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